Friday, June 24, 2005
Jueves a las 12 de la noche, me quedaban poquitos centavos en el bolsillo e intentaba dormirme hasta que me puse a llorar. Me vestí y bajé a un cyber a mandarle un mail lindo a B. diciéndole que la quiero muchísimo, y de ahí me tomé un colectivo y me fui hasta Warhol, donde G. está de encargado y me iban a fiar cervezas y hasta prestar plata.
Llegué, me saludé contento con los 4 o 5 de la barra, en general conocidos, y por lo demás el bar estaba vacío. Me dejaron elegir la música, me regalaron cervezas, le mostré a G. algo de lo que estoy escribiendo y posteriormente él hizo lo mismo, los dos ñoños delirantes leyendo nuestros poemitas ante la aprobación de los borrachitos y los drogones del lugar. Después llegó R. y le dijo a H. un montón de cosas buenas en tono épico sobre mí. Le decía cosas como que yo soy insaciable y siempre quiero más cosas y que soy como un agujero que nunca se llena y que eso a ella le encanta.
Con R. al principio me llevaba muy mal, ella se hacía la mala y yo me hacía el malo y jugábamos a cual ponía más nervioso al dueño del bar. Después nos amigamos, y después nos volvimos a pelear porque yo le dije cosas feas, después me la chupó adelante de su novio asi que me tuve que agarrar a las piñas con el novio, después nos peleamos. Durante toda la noche del jueves H. me estuvo contando historias de ella, pareciera que está muy loca, que un par de veces salió a la calle y empezó a saltar arriba de autos de policías, o que se pelea con la gente hasta quedar reventada y sangrando en todo el cuerpo. También me contó que casi no sabe escribir, que no fue al colegio, que fuma crack todos los días, que la echan de todos los trabajos porque vive con merca encima, que tiene 23 años.
Cuando se estaba yendo, alrededor de las 7 de la mañana, me abrazó, me dio un beso en cada mejilla y me dijo "Yo te quiero, vos me querés?". Por supuesto, le dije que sí, más que nada por compromiso.
- Gabo, creo que me está empezando a caer bien esta chica.
- Vos estás enamorado de ella desde que la conocés, todavía no te diste cuenta, idiota?
- No, no es cierto. Apenas me cae bien.
Llegué, me saludé contento con los 4 o 5 de la barra, en general conocidos, y por lo demás el bar estaba vacío. Me dejaron elegir la música, me regalaron cervezas, le mostré a G. algo de lo que estoy escribiendo y posteriormente él hizo lo mismo, los dos ñoños delirantes leyendo nuestros poemitas ante la aprobación de los borrachitos y los drogones del lugar. Después llegó R. y le dijo a H. un montón de cosas buenas en tono épico sobre mí. Le decía cosas como que yo soy insaciable y siempre quiero más cosas y que soy como un agujero que nunca se llena y que eso a ella le encanta.
Con R. al principio me llevaba muy mal, ella se hacía la mala y yo me hacía el malo y jugábamos a cual ponía más nervioso al dueño del bar. Después nos amigamos, y después nos volvimos a pelear porque yo le dije cosas feas, después me la chupó adelante de su novio asi que me tuve que agarrar a las piñas con el novio, después nos peleamos. Durante toda la noche del jueves H. me estuvo contando historias de ella, pareciera que está muy loca, que un par de veces salió a la calle y empezó a saltar arriba de autos de policías, o que se pelea con la gente hasta quedar reventada y sangrando en todo el cuerpo. También me contó que casi no sabe escribir, que no fue al colegio, que fuma crack todos los días, que la echan de todos los trabajos porque vive con merca encima, que tiene 23 años.
Cuando se estaba yendo, alrededor de las 7 de la mañana, me abrazó, me dio un beso en cada mejilla y me dijo "Yo te quiero, vos me querés?". Por supuesto, le dije que sí, más que nada por compromiso.
- Gabo, creo que me está empezando a caer bien esta chica.
- Vos estás enamorado de ella desde que la conocés, todavía no te diste cuenta, idiota?
- No, no es cierto. Apenas me cae bien.
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