Thursday, March 25, 2004

love, love, love, love, loveeee

Yo le tenía miedo. No sabía
que un delgado cuchillo entra en la carne
sin despertar la piel. Como entra el frío.
Como una piedra agujerea el agua.


baby if i show youuuu

Mis partituras callan, pero laten
esperando su día del sonido.
Y entrarán, como sol, en los espíritus.

i have my friends i have a bottle of wine






¿Por qué lugar saldrá el primer gusano?
¿Asomará su inquieta cabecita
por la nariz, la oreja o el ombligo?
¿O, acaso, entre los párpados abiertos?

No al árbol, no a la nube, no a la estrella.

Está la muerte en mí. Yo la cobijo.
Está ya trabajando en mi organismo
como abeja tenaz, infatigable.

Tuesday, March 23, 2004

Me compré en San Telmo un libro de Quasimodo usado. El vendedor me quedó debiendo $1 del vuelto, me dijo que pase más tarde. En una página vinieron dos flores violetas secas, asi que no pasé a buscar el peso que me debía.
En la página de las dos flores, estaba éste poema:

SE OYE DE NUEVO EL MAR

Desde hace muchas noches se oye de nuevo el mar,
leve, arriba y abajo, sobre la arena lisa.
Eco de una voz encerrada en la mente
que resurge del tiempo; y también este
lamento asiduo de gaviotas, o
pájaros de las torres, que abril
empuja hacia la llanura. Ya
estabas junto a mí con esa voz;
y quisiera que a ti también llegase,
ahora, de mí un eco de memoria,
como ese oscuro murmurar del mar.

Wednesday, March 17, 2004

En Clarín:

10:12 | CONDENADO A TRES MESES DE PRISIÓN

Un francés intentó atropellar a un hombre al confundirlo con Bin Laden


El hecho ocurrió el lunes en la localidad de Montpellier, en el sureste de Francia, cuando un artesano de 35 años creyó ver en la vereda a Bin Laden, por lo que dirigió su auto contra él.

En su persecución, el conductor pasó un semáforo en rojo e invadió un espacio reservado para peatones, por lo que estuvo a punto de impactar contra el asustado peatón, que resultó ileso por poco.


N de M: Wow.

Saturday, March 13, 2004

Aviso: Este blog se va a transformar en una mierda, voy a subir cosas cuando esté en cybers y tenga algo que decir, o sea, poquísimas veces.
Acabo de mudarme, estoy sin internet. Voy a actualizar cada mucho tiempo, y saben que mis posteos no son largos.
Sigue existiendo por una cuestión meramente masturbatoria.

Tuesday, March 09, 2004

Sí, yo también.


What COTO's thing are you?

Sunday, March 07, 2004

Que no me rompan.

Si se me nota angustiado, es porque no tengo un mar en el estómago.

Tuesday, March 02, 2004

En los últimos dos o tres días, y por unos más, estoy viajando por ciudades del interior de la Pcia. de Bs. As. (a todos los que me conocen: por eso desaparecí).
En este momento estoy en un cyber de Carlos Casares. Es un pueblo chiquito pero raro. De acá conozco a un pibe, Arturo, desde unas olimpíadas de poesía de hace un par de años en que los dos llegamos a la final pero, naturalmente, gané yo. Desde ese momento nos empezamos a mandar mails, él tiene mi edad y es bastante inteligente, nos llevamos bien. Apenas llegué a Carlos Casares fui a su casa por ser la única dirección en el lugar que tenía. Me atendió su mamá, me hizo pasar, nos saludamos y fuimos a tomar cervezas. Hablamos un rato largo y leímos poemas, la pasábamos bien, después llegó su novia, que no es muy linda, nos divertimos.
Después de unas horas de caminar y tomar cervezas la novia hizo un comentario sobre un tal Rey de los Putos. Y me contaron la situación: Arturo es bisexual, y este pueblito toda la homosexualidad está monopolizada por un tipo bastante mafioso, con bastante plata, que decide, casi, quién coje con quién y quién no. Arturo cojió con él y decidió, el señor Rey de los Putos, que Arturo es ahora una especie de esclavo suyo, que tiene que hacer lo que él quiera. Y obviamente, eso no hace feliz ni a mi amigo ni a su novia, Amalia.
Y hoy, un día después de ayer, él tuvo que ir a hablar y cojer con este Rey de los Putos, él no quería, asi que le ofrecí acompañarlo y ver si podía hacer algo.
Fuimos alrededor de las 10 de la noche a un motel viejo, afuera del pueblo, sobre calles de tierra, con un cartel luminoso, muy estereotipado, todo. Él dijo que tenía que hablar con el Rey de los Putos y pasamos. Venía también, atrás, su novia. Yo tenía un cuchillo, que tengo siempre por las dudas, y se lo di a ella para que tenga en la cartera por si me revisaban.
Subimos las escaleras y entramos a una habitación. Ahí estaba este hombre, grandote y de unos 30 años, morocho a más no poder, sentado en un pseudo escritorio muy improvisado. "Tenías que venir solo", le dijo
- No vengo a cojer
- Cómo?
Y empezaron a hablar ellos. Nosotros tres estábamos parados, Amalia y yo un paso atrás, y Arturo hablando de que es injusta la situación y que no quiere. En una cama, atrás y a unos pasos, había un pendejo de unos 15 años, enfermo y gimiendo muy dolorido. El Rey le explicaba a Arturo que él había asumido un compromiso al acostarse con quien se acostó, que sabía lo que iba a pasar, y que si no sabía, no importa, la situación es la situación y los compromisos se tienen que sellar, sean accidentales o no. Arturo dijo que era accidental y habló de un derecho de acostarse con quien se quiera, sin ser el sexo un determinante de nada. El Rey de los putos hablaba de los compromisos, que sean oficiales o no quedan sellados (usó varias veces estas palabras) y que donde algo sellado se rompe, la superficie sangra como una mujer. Arturo le hablaba al rey de "Usted, Señor" y se defendía sin más argumentos que los obvios. En un momento se enojó y levantó la voz, a lo que el rey con un grito le dijo "¿Y VOS QUIÉN CARAJO SOS?!". Arturo vaciló unos segundos y respondió casi susurrando Arturo Labandeyra, un poeta, soy Arturo, un muy buen poeta, bisexual, de 18 años y libre elección. No creo que el Rey haya escuchado, de tan bajo que habló Arturo. Mientras tanto el enfermo seguía gimiendo y yo estaba bastante impresionado.
Y me senté en una silla vacía, adelante del escritorio del Rey, que me miró. La silla antes no estaba ahí. Yo la puse. El Rey me miró y yo me cubrí la cara con las dos manos, simulando algo asi como un mareo, y pregunté en vos baja "quién es aquel?", señalando al pendejo enfermo arriba de la cama. "Y vos quién sos?" me preguntó el hombresote de atrás del escritorio, y yo seguí mirando al pendejo enfermo, y torcí la cabeza para mirarle los ojos a Arturo que estaban bastante vacíos, y sentí que atrás mío estaba Amalia, y sabía que por todo el hotel había putos malos. "Quiero que todo esto se resuelva esta noche, o que sea tu esclavo para siempre o que no sea una mierda nunca más pero que se resuelva", todavía tapándome la cara con las manos, y todos asintieron. Me descubrí la cara, lo miré al Rey de los putos, que estaba hablando y explicándome que no es su esclavo, que simplemente se tomó un compromiso, etc. Yo no le di mucha bola. Me di vuelta y miré por primera vez desde que entramos en la habitación la cara de la novia de Arturo, y estirando la mano le dije "dámela", y ella me puso navaja, sacándola de su cartera, en mi mano estirada. El Rey me dijo "estás loco?" y yo le dije "no", y después de unos segundos repliqué "o por ahí sí, pero no mucho". "Sos su novio?" "sí", demostrando que de loco nada y de literatura mucho, porque eso estaba haciendo, estaba haciendo literatura. Entonces el Rey se paró con la intención de acompañarnos a la puerta, despedirnos y cerrar todo como si nunca hubiera pasado nada, pero yo pegué un grito diciendo "No te muevas, poné las manos sobre la mesa y si alguien hace algo que no me guste, te acuchillo". Sorprendentemente me hizo caso. Uno de los putos que había dando vueltas estuvo a punto de sacar una pistola, pero el Rey le hizo señas de que no, que la guarde. Le dije a Arturo que vaya a ver al pendejo enfermo, y él me dijo con la mirada que no vaya demasiado lejos, que termine todo y nos escapemos. Fue a ver al pendejo y yo le pregunté cómo está, y él me dijo que está más para allá que para acá, que no tiene pupilas y que no deja de gemir y quejarse. Le preguntó a uno de los putos que había dando vueltas dónde están sus pantalones, y alguno se los alcanzó. Le puso sus pantalones al pendejo enfermo y lo levantó. Yo le dije "ese se va con nosotros", asi que lo cargamos. Le tiré un par de amenazas al Rey ese y nos fuimos bajando las escaleras.
Tomamos un remisse con el pendejo enfermo y en el remisse no podíamos dejar de reirnos. Estábamos muy nerviosos, pero ya habíamos salido de todo, y no parábamos de reirnos. Amalia no se reía, es mujer, y me preguntaba cosas en serio, la pelotuda. Yo no podía parar de reirme, pero entre que me reía y lloraba.
Yo vine a un cyber y Arturo está en la casa, va a dormir ahí el pendejo enfermo hasta que se mejore, asi que no puedo dormir yo ahí, Arturo vive con sus viejos. Bueno, estoy en la calle muy excitado y todavía no puedo dejar de reirme.

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Aviso: Como dije, estoy viajando, asi que el ritmo de actualización y de posteadas se va a deteriorar un poco, apenas podré postear cuando tenga plata para cybers, como ahora.

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