Friday, April 30, 2004
A Bolaño:
¿Ha tenido miedo alguna vez de sus fans?
–He tenido miedo de los fans de Leopoldo María Panero, el cual, por otra parte, me parece uno de los tres mejores poetas vivos de España. En Pamplona, durante un ciclo organizado por Jesús Ferrero, Panero cerraba el ciclo y a medida que se aproximaba el día de su lectura la ciudad o el barrio donde estaba nuestro hotel se fue llenando de freaks que parecían recién escapados de un manicomio, que, por otra parte, es el mejor público al que puede aspirar cualquier poeta. El problema es que algunos no sólo parecían locos sino también asesinos y Ferrero y yo temimos que alguien, en algún momento, se levantara y dijera: yo maté a Leopoldo María Panero y después le descerrajara cuatro balazos en la cabeza al poeta, y ya de paso, uno a Ferrero y el otro a mí.
¿Ha tenido miedo alguna vez de sus fans?
–He tenido miedo de los fans de Leopoldo María Panero, el cual, por otra parte, me parece uno de los tres mejores poetas vivos de España. En Pamplona, durante un ciclo organizado por Jesús Ferrero, Panero cerraba el ciclo y a medida que se aproximaba el día de su lectura la ciudad o el barrio donde estaba nuestro hotel se fue llenando de freaks que parecían recién escapados de un manicomio, que, por otra parte, es el mejor público al que puede aspirar cualquier poeta. El problema es que algunos no sólo parecían locos sino también asesinos y Ferrero y yo temimos que alguien, en algún momento, se levantara y dijera: yo maté a Leopoldo María Panero y después le descerrajara cuatro balazos en la cabeza al poeta, y ya de paso, uno a Ferrero y el otro a mí.
Thursday, April 29, 2004
- Bill es como un hijo para mí. ¿Sabés porqué te ayudo a encontrarlo?
- ¿Porqué?
- Porque es lo que él querría.
- I don't think so.
- De otro modo, no volvería a verte.
De Kill Bill 2.
- ¿Porqué?
- Porque es lo que él querría.
- I don't think so.
- De otro modo, no volvería a verte.
De Kill Bill 2.
Tuesday, April 27, 2004
Cómo van a caber tantos besos en el curso de una botella...
Monday, April 26, 2004
Tómate otra botella conmigo, en el último trago me besas...
"I love classic music, oh, yah... i go every day to listen it, to a place, you know... Beethoven, Mozart, Enya, all of this..."
De Escuela de Rock.
De Escuela de Rock.
Sunday, April 25, 2004
Hoy: Cine Nacional
Tuve un día largo. Fui al mediodía al Abasto, a ver películas del último día de este BAFICI al que no di el gusto de hacerme levantar temprano, por lo que me nutrí de "Películas Sorpresa", donde pasaron en general las mejores a sala medio vacía (o medio llena). Quiero aclarar que el BAFICI me parece una mierda, desde lo organizativo hasta lo ideológico, pero que las películas no tienen la culpa y bueno, hay cosas buenas.
Primero, Sangrita (1 punto). La elegí por el nombre, me encanta el nombre de la película, y es lo mejor que tiene. La idea del director fue clara: "Uh, qué bien quedaría una toma asi. Uh, se me ocurrió una imagen buenísima. Uh, y si hiciera algo con una cámara fija y cortinas? Ah! voy a hacer una película". Un personaje, una de las dos Chicas Desnudas, tiene la cara tapada: la película juega constantemente con lo ausente, con el vacío, la persona con voz pero sin cuerpo, la persona con cuerpo pero sin cara. Claro, la redundancia hace que se pierda el efecto inicial, cuando después de charlar con Chica Desnuda 1 el Hombre Gordo 1 dice "No soy Rubén, soy Adolfo". Después llega Hombre Gordo 2 a hacer un personaje idéntico al de Adolfo, ni siquiera es necesario acordarse de las caras. Y varios minutos después, Hombre Gordo 3, el personaje diferente: es borracho y sufre. Dice ser el tío de Chica Desnuda 1 y hermano de Rubén, con lo que deja un dato ausente (cha cha cha channnn), y al final le tiran un bidet en la cabeza y camina y habla con la cara llena de sangre en una toma que busca agobiar, generar tensión, y aburre hasta el bostezo. Los actores hacen lo que pueden con líneas de diálogo inverosímiles y literarias, recitándolas como en el acto del 25 de mayo en el colegio. Y nada es mucho más que eso: cuerpos ausentes, estética trillada, muy pensada y horriblemente ejecutada, chicas desnudas (¿Alguien vio una película argentina en este festival sin alguien desnudo?), actos en los límites de la ley, contrastes puestos horriblemente en el plano, y, obviamente, todo era una fantasía de un hombre que manejaba rumbo a su hogar. La película más pretenciosa que vi en mi vida. Una clase de películas que si no resultan una maravilla (Lynch, Almodóvar lo conseguieron) terminan aburriendo como no lo consiguió ni García Marquez.
En Whisky Roemo Zulu (7.5) Piñeyro no busca mucho más que un testimonio, cerrar una historia latente. Está clarísimo que no se trata de la obra de un Artista. Pero es una gran película. Esta ganó el premio del público, y se nota porqué. Lejos del bodrio de la Historia Real que esperaba, consigue equilibrar de modo perfecto la historiareal-datos-hechos y aquello que pueda ser de interés para un espectador. La película emociona sin buscarlo, la banda sonora con canciones de Gismonti emociona. Emociona que el director (que antes de la película alcaró "soy un piloto de avión con conocimientos de cine") no se muestre ni con heroísmo ni con humildad, interpretándose a sí mismo. La historia es la de él, Piñeyro, un ex piloto de LAPA que renunció dos meses antes del accidente, después de hacer varias cartas-queja y ser suspendido por no despegar con un avión en pésimas condiciones (lo que hizo LAPA, entonces, fue cambiar el piloto). El guión es inteligentísimo: el hombre sabe cuánto tiempo darle a cada hecho, aunque el hecho no haya tenido tanta importancia en realidad (N de M: historia con la mina). No aburre en ningún momento estando siempre en el borde. Y terminando, es la película más real que vi en mi vida, o esa sensación me dio. Todo es como pudo haber sido, cada palabra es la que se pudo usar y cada situación se da en el lugar donde pudo haber ocurrido. Las actuaciones son justas, justísimas: sin exigencias por parte del guión los personajes usan el tono que usaría una persona, cuando tienen que gritar gritan y dejan de gritar, cuando tienen que llorar muestran los ojos mojados. Les ganaste, Piñeyro.
Al final vi la flamante ganadora del premio del jurado, Parapalos (3), y se entiende porqué. La trama, completa, es la siguiente: un chico de unos 18 años empieza en un trabajo, le dicen que el trabajo es una mierda, empieza a trabajar, confirma que es una mierda (aunque tampoco es tan grave, solamente se cansa mucho), conoce a un par de trabajadores de ahí, charla con la prima con la que vive, la película termina. Cuando empezaron a aparecer las letritas blancas de los créditos creo que se me escapó un "y?". Está todo muy bien filmado, el guión es perfecto, los diálogos entretienen, el resto aburre. Está muy bien hecho el modo en que hablan los personajes, gente humildísima, sin caer en el "eh che vo loco que te pasa". La película podría emocionar, podría ser interesante, pero nunca pasa nada! Ya ni sé qué escribir, no hay nada que agregarle, la realización es perfecta, pero hablo de otra Pélícula Argentina Sobre Gente Pobre Y Tierna que existe por inercia, que existe porque existen las demás, y no porque los realizadores tengan algo que decirnos.
Apoyo a estos. Quintín puto.
Tuve un día largo. Fui al mediodía al Abasto, a ver películas del último día de este BAFICI al que no di el gusto de hacerme levantar temprano, por lo que me nutrí de "Películas Sorpresa", donde pasaron en general las mejores a sala medio vacía (o medio llena). Quiero aclarar que el BAFICI me parece una mierda, desde lo organizativo hasta lo ideológico, pero que las películas no tienen la culpa y bueno, hay cosas buenas.
Primero, Sangrita (1 punto). La elegí por el nombre, me encanta el nombre de la película, y es lo mejor que tiene. La idea del director fue clara: "Uh, qué bien quedaría una toma asi. Uh, se me ocurrió una imagen buenísima. Uh, y si hiciera algo con una cámara fija y cortinas? Ah! voy a hacer una película". Un personaje, una de las dos Chicas Desnudas, tiene la cara tapada: la película juega constantemente con lo ausente, con el vacío, la persona con voz pero sin cuerpo, la persona con cuerpo pero sin cara. Claro, la redundancia hace que se pierda el efecto inicial, cuando después de charlar con Chica Desnuda 1 el Hombre Gordo 1 dice "No soy Rubén, soy Adolfo". Después llega Hombre Gordo 2 a hacer un personaje idéntico al de Adolfo, ni siquiera es necesario acordarse de las caras. Y varios minutos después, Hombre Gordo 3, el personaje diferente: es borracho y sufre. Dice ser el tío de Chica Desnuda 1 y hermano de Rubén, con lo que deja un dato ausente (cha cha cha channnn), y al final le tiran un bidet en la cabeza y camina y habla con la cara llena de sangre en una toma que busca agobiar, generar tensión, y aburre hasta el bostezo. Los actores hacen lo que pueden con líneas de diálogo inverosímiles y literarias, recitándolas como en el acto del 25 de mayo en el colegio. Y nada es mucho más que eso: cuerpos ausentes, estética trillada, muy pensada y horriblemente ejecutada, chicas desnudas (¿Alguien vio una película argentina en este festival sin alguien desnudo?), actos en los límites de la ley, contrastes puestos horriblemente en el plano, y, obviamente, todo era una fantasía de un hombre que manejaba rumbo a su hogar. La película más pretenciosa que vi en mi vida. Una clase de películas que si no resultan una maravilla (Lynch, Almodóvar lo conseguieron) terminan aburriendo como no lo consiguió ni García Marquez.
En Whisky Roemo Zulu (7.5) Piñeyro no busca mucho más que un testimonio, cerrar una historia latente. Está clarísimo que no se trata de la obra de un Artista. Pero es una gran película. Esta ganó el premio del público, y se nota porqué. Lejos del bodrio de la Historia Real que esperaba, consigue equilibrar de modo perfecto la historiareal-datos-hechos y aquello que pueda ser de interés para un espectador. La película emociona sin buscarlo, la banda sonora con canciones de Gismonti emociona. Emociona que el director (que antes de la película alcaró "soy un piloto de avión con conocimientos de cine") no se muestre ni con heroísmo ni con humildad, interpretándose a sí mismo. La historia es la de él, Piñeyro, un ex piloto de LAPA que renunció dos meses antes del accidente, después de hacer varias cartas-queja y ser suspendido por no despegar con un avión en pésimas condiciones (lo que hizo LAPA, entonces, fue cambiar el piloto). El guión es inteligentísimo: el hombre sabe cuánto tiempo darle a cada hecho, aunque el hecho no haya tenido tanta importancia en realidad (N de M: historia con la mina). No aburre en ningún momento estando siempre en el borde. Y terminando, es la película más real que vi en mi vida, o esa sensación me dio. Todo es como pudo haber sido, cada palabra es la que se pudo usar y cada situación se da en el lugar donde pudo haber ocurrido. Las actuaciones son justas, justísimas: sin exigencias por parte del guión los personajes usan el tono que usaría una persona, cuando tienen que gritar gritan y dejan de gritar, cuando tienen que llorar muestran los ojos mojados. Les ganaste, Piñeyro.
Al final vi la flamante ganadora del premio del jurado, Parapalos (3), y se entiende porqué. La trama, completa, es la siguiente: un chico de unos 18 años empieza en un trabajo, le dicen que el trabajo es una mierda, empieza a trabajar, confirma que es una mierda (aunque tampoco es tan grave, solamente se cansa mucho), conoce a un par de trabajadores de ahí, charla con la prima con la que vive, la película termina. Cuando empezaron a aparecer las letritas blancas de los créditos creo que se me escapó un "y?". Está todo muy bien filmado, el guión es perfecto, los diálogos entretienen, el resto aburre. Está muy bien hecho el modo en que hablan los personajes, gente humildísima, sin caer en el "eh che vo loco que te pasa". La película podría emocionar, podría ser interesante, pero nunca pasa nada! Ya ni sé qué escribir, no hay nada que agregarle, la realización es perfecta, pero hablo de otra Pélícula Argentina Sobre Gente Pobre Y Tierna que existe por inercia, que existe porque existen las demás, y no porque los realizadores tengan algo que decirnos.
Apoyo a estos. Quintín puto.
Wednesday, April 21, 2004
Hola. No me conocés ni yo te conozco, pero te cruzo cada tanto en Puán, sos muy linda, me dieron tu dirección de mail, asi que acá estoy, escribiéndole a una desconocida. No sé cómo hacer ésto, me da una mezcla de verguenza y de no saber quien ser, porque uno siempre es lo que es en base a la otra persona, todo es especular, y ahora estoy siendo para un ciego, para alguien de quien no sé nada. Cómo harán los ciegos. Me gustaría enamorarme de una ciega. Que no me vea, que sepa como soy por tacto pero que no me bañe y me arrope mirándome todo el tiempo, con esa constante que es la visión, y con ese sonido tan insoportable que es el sonido de la visión.
Bueno, esto es difícil, no sé por dónde empezar. Tengo 18 años, cumplidos hace una semana. Me llamo Manuel, pero nadie me dice Manuel, soy Manu, debería decir "Manu" en mi documento. También estoy obsesionado con los nombres, con como un nombre puede ausentar o presentar a cualquier cuerpo, entre otras cosas. Pero más me obsesiona lo sin nombre, lo puramente abstracto. Yo creo que Freud se equivocaba cuando decía que somos lenguaje, yo puedo pensar sin lenguaje. Lo que no puedo es demostrarlo, asi que a nadie le importa. No puedo mirar sin lenguaje, a todo lo miro como si fuera literatura y lo narro. Hay hombres de carne y hombres del verbo, yo estoy entre los segundos, escribo antes que hablo.
A eso me dedico, me da asco decir que soy poeta, pero lo soy. Sé que soy bueno y que todavía no escribí los mejores poemas que tengo. De hecho, escribí los peores. Pero estoy haciendo literatura constantemente, me resulta tanto un ensayo escribir como mirar, pensar en teoría literaria como revolver un café. La teoría literaria se ocupa de ponerle nombre a cosas que cualquier escritor ya sabe, pero lo sabe en abstracto. O sea, hacerlas reales. A mí me gusta la teoría, pero prefiero la literatura en su estado puro, en los libros. Aunque no sé si yo voy a escribir libros. Me parece pelotudo. Todos los escritores y poetas que conozco, aunque los admiro, me parecen idiotas. Un librito hoy en día no sirve para nada, no cambia nada. Sí eran algo hace tres siglos, tenían poder, pero hoy son eso, "libritos", libritos de poesía, como escupitajos, son mucho más útiles al escritor que al lector, lo que me resulta patético. Me gustaría bañar en letras al mundo. Me gustaría a la mañana, al crucificarme abriendo la ventana, en vez de vomitar una ciudad, vomitar un texto. Aunque la ciudad es un texto, un tejido. Pero hablo de letras, solamente letras. Encontrar el modo de demostrar que el mundo y la vida son poemas perfectos y nada más que eso. Y eso no se hace con libritos que formen parte del mismo mundo, del mismo tejido, del mismo poema. Posiblemente sí se haga con una película, que no es un objeto, es luz que influye directamente en el sistema ocular y en la psiquis que el sistema ocular controla. Porque la mirada, como un poema, es infinita, y esconde tantos rincones y recovecos como metáforas, símbolos y delirios. En el cine se le saca el infinito poniéndole un marco, pero aún asi, es un método mucho más directo que estos libritos de mierda que hoy se sacan como pan. Los escritores son pelotudos aburridos, salvo excepciones. De los contemporáneos, Bolaño y Panero me parecen las excepciones que conozco. Ellos están mucho más allá, saben cosas que los demás no saben, y no son tan aburridos. Los directores de cine, en cambio, son gente más interesante.
Bueno, decía, soy un poeta, y no pienso en mucho más que en literatura y sexo, que son al fin y al cabo casi lo mismo. Soy un buen poeta, puedo sacar imágenes a montones, puedo hablar de un falo de madera naufragando, de dos talones anudados, del eje que une a los labios del día y los labios de la noche cuando se rozan sin besarse, de un camino de hormigas bañando mi médula espinal, del primer gusano que salga por mis ojos, del hombre que al atardecer camina silbando mientras su cabeza se desinfla, y me resulta horrorosamente fácil todo eso, y decir algo con todo eso. Me cuesta más lo técnico, pero con 5 minutos puedo escribir un poemita que le guste a cualquiera. Menos a mí, claro. Creo en el alma, creo que eso existe y que tiene que ver con el momento en que una percepción deja de ser una percepción para adentrarse en lo fisiológico, pero el momento justo, el eje, no el antes ni el después, porque el presente sí existe y es lo único que existe. Y creo que es en ese eje donde un buen poema cae como una roca, abollándolo. Y todavía, a eso, no lo conseguí. Pero ojo: tampoco lo consiguió ningún poeta vivo que conozca, salvo Leopoldo María Panero en una o dos ocasiones.
Me gustaría escribir mientras cojo. Yo tendría que estar panza arriba y la mujer montándome. Yo sostendo el cuaderno arriba de mi cara y escribo con letra deforme, pero escribo versos sueltos. La mujer tendría que fingir su aburrimiento para que funcione.
Me gusta que me muerdan el vientre y me metan una lengua en el ombligo. Me gusta que me besen. Nada me gusta más que la piel femenina.
Además, estoy muy solo. Cada tanto cojo, pero nada más. Me aburro mucho. Vivo solo. Creo que desde que nací viví solo, pero ahora no comparto con nadie mi departamento. Tuve una novia a la que amé muchísimo, Melina, y un par de historias bastante oscuras. Desde Melina estuve con dos o tres sin que se forme nada de nada, cuando alguna me gusta, yo no le gusto a ella, o lo que pasa en la mayoría de los casos, "me gustás muchísimo, Manu, pero no estoy preparada para estar con vos", o porquerías semejantes, creo que le doy miedo a la gente. Y sé que soy muy intenso y que debe ser difícil estar conmigo. A mí, sin embargo, me encanta ser yo. Me encanta llorar y rasguñarme la cara y cortarme el cuerpo después de haber tomado una botella de whisky, me encanta caminar horas sin llegar a ningún lado, me encanta angustiarme y pensar en el suicidio cada vez que anochece, pero lo que no me gusta, de ninguna manera, es estar solo. Los amigos no sirven demasiado. Y de algún modo siempre supe que, pase lo que pase, voy a estar absolutamente solo para siempre. Pero me gustaría durante un tiempo engañarme, o por lo menos estar contento con una mina, compartiendo mi whisky, caminando por San Telmo un domingo, desayunando besos y porros, preparando un viaje para el día siguiente, yéndonos de viaje al día siguiente creyendo que no vamos a volver nunca más. Abrazados o besándonos cada tanto. Por dios, cómo me permito ser tan cursi.
Me gustan las chicas de ojos raros, me gusta San Telmo, los vientres, las lenguas, los cuerpos en general, los ombligos, la coca cola, el whisky, el vino, las drogas, los cuellos, me entristece que digan que parezco un personaje de Salinger y no creo que sea asi, yo tengo mucho sentido del humor, esto me aburre.
La música, el teatro.
Creo que hay gente del ruido y gente del silencio. Del mismo modo, hay gente que cuando escucha música escucha las notas, y otros que escuchamos los silencios de entre las notas. Es la diferencia entre los que vemos un infinito y los que ven con marcos. Algo con un marco también es infinito, como lo es una pestaña, pero el marco, el borde, intenta ocultar esa idea, y en general lo consigue. A mí no me gustan los marcos porque soy incapaz de ver los límites, no creo que existan, aunque la gente dice que sí.
Bueno, esto más que un mail fue un confesionario. Katarsis, como dijo aristóteles en su Poética. Seguro te aburriste, lo escribí para mí. Puedo haberte caído tan mal como bien (no dejo de pensar en eso); en todo caso, te ruego que no me lo respondas. Si querés escribirme hacelo como si no me conocieras y como si nunca te hubiera escrito esto. O sino, llamame al 1550980371, te invito con un café o cervezas, como prefieras, y nos vemos las caras.
Un beso,
Manu.
Bueno, esto es difícil, no sé por dónde empezar. Tengo 18 años, cumplidos hace una semana. Me llamo Manuel, pero nadie me dice Manuel, soy Manu, debería decir "Manu" en mi documento. También estoy obsesionado con los nombres, con como un nombre puede ausentar o presentar a cualquier cuerpo, entre otras cosas. Pero más me obsesiona lo sin nombre, lo puramente abstracto. Yo creo que Freud se equivocaba cuando decía que somos lenguaje, yo puedo pensar sin lenguaje. Lo que no puedo es demostrarlo, asi que a nadie le importa. No puedo mirar sin lenguaje, a todo lo miro como si fuera literatura y lo narro. Hay hombres de carne y hombres del verbo, yo estoy entre los segundos, escribo antes que hablo.
A eso me dedico, me da asco decir que soy poeta, pero lo soy. Sé que soy bueno y que todavía no escribí los mejores poemas que tengo. De hecho, escribí los peores. Pero estoy haciendo literatura constantemente, me resulta tanto un ensayo escribir como mirar, pensar en teoría literaria como revolver un café. La teoría literaria se ocupa de ponerle nombre a cosas que cualquier escritor ya sabe, pero lo sabe en abstracto. O sea, hacerlas reales. A mí me gusta la teoría, pero prefiero la literatura en su estado puro, en los libros. Aunque no sé si yo voy a escribir libros. Me parece pelotudo. Todos los escritores y poetas que conozco, aunque los admiro, me parecen idiotas. Un librito hoy en día no sirve para nada, no cambia nada. Sí eran algo hace tres siglos, tenían poder, pero hoy son eso, "libritos", libritos de poesía, como escupitajos, son mucho más útiles al escritor que al lector, lo que me resulta patético. Me gustaría bañar en letras al mundo. Me gustaría a la mañana, al crucificarme abriendo la ventana, en vez de vomitar una ciudad, vomitar un texto. Aunque la ciudad es un texto, un tejido. Pero hablo de letras, solamente letras. Encontrar el modo de demostrar que el mundo y la vida son poemas perfectos y nada más que eso. Y eso no se hace con libritos que formen parte del mismo mundo, del mismo tejido, del mismo poema. Posiblemente sí se haga con una película, que no es un objeto, es luz que influye directamente en el sistema ocular y en la psiquis que el sistema ocular controla. Porque la mirada, como un poema, es infinita, y esconde tantos rincones y recovecos como metáforas, símbolos y delirios. En el cine se le saca el infinito poniéndole un marco, pero aún asi, es un método mucho más directo que estos libritos de mierda que hoy se sacan como pan. Los escritores son pelotudos aburridos, salvo excepciones. De los contemporáneos, Bolaño y Panero me parecen las excepciones que conozco. Ellos están mucho más allá, saben cosas que los demás no saben, y no son tan aburridos. Los directores de cine, en cambio, son gente más interesante.
Bueno, decía, soy un poeta, y no pienso en mucho más que en literatura y sexo, que son al fin y al cabo casi lo mismo. Soy un buen poeta, puedo sacar imágenes a montones, puedo hablar de un falo de madera naufragando, de dos talones anudados, del eje que une a los labios del día y los labios de la noche cuando se rozan sin besarse, de un camino de hormigas bañando mi médula espinal, del primer gusano que salga por mis ojos, del hombre que al atardecer camina silbando mientras su cabeza se desinfla, y me resulta horrorosamente fácil todo eso, y decir algo con todo eso. Me cuesta más lo técnico, pero con 5 minutos puedo escribir un poemita que le guste a cualquiera. Menos a mí, claro. Creo en el alma, creo que eso existe y que tiene que ver con el momento en que una percepción deja de ser una percepción para adentrarse en lo fisiológico, pero el momento justo, el eje, no el antes ni el después, porque el presente sí existe y es lo único que existe. Y creo que es en ese eje donde un buen poema cae como una roca, abollándolo. Y todavía, a eso, no lo conseguí. Pero ojo: tampoco lo consiguió ningún poeta vivo que conozca, salvo Leopoldo María Panero en una o dos ocasiones.
Me gustaría escribir mientras cojo. Yo tendría que estar panza arriba y la mujer montándome. Yo sostendo el cuaderno arriba de mi cara y escribo con letra deforme, pero escribo versos sueltos. La mujer tendría que fingir su aburrimiento para que funcione.
Me gusta que me muerdan el vientre y me metan una lengua en el ombligo. Me gusta que me besen. Nada me gusta más que la piel femenina.
Además, estoy muy solo. Cada tanto cojo, pero nada más. Me aburro mucho. Vivo solo. Creo que desde que nací viví solo, pero ahora no comparto con nadie mi departamento. Tuve una novia a la que amé muchísimo, Melina, y un par de historias bastante oscuras. Desde Melina estuve con dos o tres sin que se forme nada de nada, cuando alguna me gusta, yo no le gusto a ella, o lo que pasa en la mayoría de los casos, "me gustás muchísimo, Manu, pero no estoy preparada para estar con vos", o porquerías semejantes, creo que le doy miedo a la gente. Y sé que soy muy intenso y que debe ser difícil estar conmigo. A mí, sin embargo, me encanta ser yo. Me encanta llorar y rasguñarme la cara y cortarme el cuerpo después de haber tomado una botella de whisky, me encanta caminar horas sin llegar a ningún lado, me encanta angustiarme y pensar en el suicidio cada vez que anochece, pero lo que no me gusta, de ninguna manera, es estar solo. Los amigos no sirven demasiado. Y de algún modo siempre supe que, pase lo que pase, voy a estar absolutamente solo para siempre. Pero me gustaría durante un tiempo engañarme, o por lo menos estar contento con una mina, compartiendo mi whisky, caminando por San Telmo un domingo, desayunando besos y porros, preparando un viaje para el día siguiente, yéndonos de viaje al día siguiente creyendo que no vamos a volver nunca más. Abrazados o besándonos cada tanto. Por dios, cómo me permito ser tan cursi.
Me gustan las chicas de ojos raros, me gusta San Telmo, los vientres, las lenguas, los cuerpos en general, los ombligos, la coca cola, el whisky, el vino, las drogas, los cuellos, me entristece que digan que parezco un personaje de Salinger y no creo que sea asi, yo tengo mucho sentido del humor, esto me aburre.
La música, el teatro.
Creo que hay gente del ruido y gente del silencio. Del mismo modo, hay gente que cuando escucha música escucha las notas, y otros que escuchamos los silencios de entre las notas. Es la diferencia entre los que vemos un infinito y los que ven con marcos. Algo con un marco también es infinito, como lo es una pestaña, pero el marco, el borde, intenta ocultar esa idea, y en general lo consigue. A mí no me gustan los marcos porque soy incapaz de ver los límites, no creo que existan, aunque la gente dice que sí.
Bueno, esto más que un mail fue un confesionario. Katarsis, como dijo aristóteles en su Poética. Seguro te aburriste, lo escribí para mí. Puedo haberte caído tan mal como bien (no dejo de pensar en eso); en todo caso, te ruego que no me lo respondas. Si querés escribirme hacelo como si no me conocieras y como si nunca te hubiera escrito esto. O sino, llamame al 1550980371, te invito con un café o cervezas, como prefieras, y nos vemos las caras.
Un beso,
Manu.
Friday, April 16, 2004
Racha de mala suerte (a Fortuna)
Ayer me levanté con un irrefrenable impulso por comprar detergente. Vi esa pila de platos y sartenes a lavar y salí para el supermercado, que queda a tres cuadras. Cuando volví, estaba en la puerta mi tío, apurado y desagradable, con el auto en doble fila, tocándome timbre, trayéndome una bolsa que mandaba mi vieja. Subí con la bolsa, la abrí, y lo primero que vi fue una botella de detergente. Asi se anunciaban mis próximas horas.
Comí algo y salí para el Abasto, a ver mi primer película del Bafici. Elephant, de Gus Van Sant, a las 16:30, fantástico. Esperé el 41 sobre Las Heras, y a los 5 minutos pasó uno que no paró. El siguiente, media hora después. Llegué al Abasto, las entradas para Elephant agotadas. Opciones suplentes: Koktebel', de un ruso y su hijito que escapan bajo la nieve, nah, estoy harto de esas cosas; La Traversée, lo mismo pero francesa, lo mismo pero más lenta, mucho menos, y la magnífica Hamlet X, de James Clayden. Ni lo dudé, esperé a las 17:30, y a punto de entrar hice el cálculo: a las 19 yo tenía que estar en la casa de la poesía, para un cuarsi taller sobre los místicos españoles, y bueno, mala suerte, no veo la película. Me llama mi amigo Gabriel al celular, "Manu, sacame seis entradas para ir a ver mañana Cofee & Ciagarrettes, dale?", y yo que me moría por ver Cofee & Cigarrettes no dudé y le dije que sí. Entonces, salí para la Casa de la Poesía, el mítico lugar donde circunda el fantasma de Evaristo Carriego, donde sin querer llegué una hora antes, donde esperé una hora y media charlando con uno de ahí y tomando mate, donde nadie del taller fue (por lo que podría haber visto Hamlet X), y donde empezaría una charla sobre un poeta peruano espantoso, y grabaciones del poeta peruano leyendo sus poemas con tono de honda y crucial existencia desgarrada por el sufrimiento de sus noches solitarias. Me fui. Al Malba, a sacar las seis entradas, $30 que me devolverían al otro día, y después de sacarlas me acordé de que siendo la película a las 13:45, yo hoy tenía que estar en la facultad para una clase de Sociología a las 13:00. Pero bueno, la sociología es aburrida y ya había gastado los treinta mangos, faltar un día no es grave, puedo además llegar para la última media hora de la clase y después ir a la biblioteca de Puan a adelantar, además una chica a la que me quiero levantar va siempre después de las clases a la biblioteca, bastante ideal. Saco las entradas, y salgo para Callao y Santa Fe, al America, a ver la de Kitano, Zatoichi. La cinta no llegó y en su lugar dan... ¡Cofee and Cigarrettes!. No voy a entrar, si la voy a ver mañana. Fui al Abasto a ver si agarraba Fifteen, la de Royston Tan, y si no llego voy a ver la de Kiyoshi Kurosawa, Séance. Llegué y era tarde para Fifteen, y las entradas para Séance estaban agotadas, y bueno, dan otra a las 23:15, estoy justo para "American Manifesto y The Revolution Will Not Be Televised". Fui a sacar las entradas y había empezado hacía un minuto, y no se puede entrar un minuto tarde. Caminé nueve cuadras hasta el Cosmos porque iban a dar una tal Live Forever, quién sabe qué es, pero bueno. Llegué, "quedan poquitas entradas", "tenés el libro para ver el argumento?" "lo tiene el señor". El señor tenía un buzo de polo, era rubio y alto y anteojos de sol (¡A las 00:30!). Esperé a que termine de mirar el argumento de cada película mientras veía como se iban las únicas entradas que quedaban, la chica me dijo "queda una sola", "bueh, dámela". Entré al cine y como la coherencia del mundo se construye y se destruye sobre mi desgracia, la película era un documental sobre Oasis. ¡¡¡Oasis, la banda!!! ¡¡¡La banda de música!!!, y me banqué 82 minutos de pelotuditos gritando cada vez que aparecía Noel Galagher y riéndose cada vez que Liam decía "no me acuerdo de ese recital, estaba muy borracho". Salí y llovía, una buena. Pero el 95 tardó una hora en llegar, una mala. Llegué a las 4 de la mañana y me senté a tomar vino, leer a Vicente Aleixandre y en la radio justo pasaban I don't like mondays por Tori Amos, una buena.
Hoy me desperté, me di una ducha y salí corriendo al Malba a ver Cofee and Cigarrettes. Me encontré con mis amigos, me dieron la plata, saqué las entradas, y en vez de 6 había 5. Convencí a la mina de la puerta del cine para que me deje entrar tarde, que me abra, "Bueno, hablá conmigo cuando vengas y te abro", me tomé un taxi y fui rápido a buscar la entrada que faltaba. Nunca apareció y el taxi me salió $5. Y me perdí de la segunda posibilidad pelotuda de ver Cofee & Cigarrettes. Salí para Puan, la clase había terminado media hora antes, fui a la biblioteca, estuve media hora buscando las fichas de los libros que necesitaba leer para el práctico de mañana, y cuando fui a retirarlos me di cuenta de que me había olvidado la billetera, el documento, la libreta, asi que no pude sacar los libros. Obviamente la chica a la que me quiero levantar no estaba.
Después me subí al 141 en vez de tirarme abajo.
En la bolsa que mandó mi vieja en la que vino el detergente, había además unas sábanas que no me sirven porque son de una plaza y mi cama de dos, una tela para ponerle a mi sofá que no me sirve porque mi sofá es más grande, y cubiertos que ella por alguna razón pensó que yo no había comprado.
Ahora me voy a encerrar abajo de una puerta.
Ayer me levanté con un irrefrenable impulso por comprar detergente. Vi esa pila de platos y sartenes a lavar y salí para el supermercado, que queda a tres cuadras. Cuando volví, estaba en la puerta mi tío, apurado y desagradable, con el auto en doble fila, tocándome timbre, trayéndome una bolsa que mandaba mi vieja. Subí con la bolsa, la abrí, y lo primero que vi fue una botella de detergente. Asi se anunciaban mis próximas horas.
Comí algo y salí para el Abasto, a ver mi primer película del Bafici. Elephant, de Gus Van Sant, a las 16:30, fantástico. Esperé el 41 sobre Las Heras, y a los 5 minutos pasó uno que no paró. El siguiente, media hora después. Llegué al Abasto, las entradas para Elephant agotadas. Opciones suplentes: Koktebel', de un ruso y su hijito que escapan bajo la nieve, nah, estoy harto de esas cosas; La Traversée, lo mismo pero francesa, lo mismo pero más lenta, mucho menos, y la magnífica Hamlet X, de James Clayden. Ni lo dudé, esperé a las 17:30, y a punto de entrar hice el cálculo: a las 19 yo tenía que estar en la casa de la poesía, para un cuarsi taller sobre los místicos españoles, y bueno, mala suerte, no veo la película. Me llama mi amigo Gabriel al celular, "Manu, sacame seis entradas para ir a ver mañana Cofee & Ciagarrettes, dale?", y yo que me moría por ver Cofee & Cigarrettes no dudé y le dije que sí. Entonces, salí para la Casa de la Poesía, el mítico lugar donde circunda el fantasma de Evaristo Carriego, donde sin querer llegué una hora antes, donde esperé una hora y media charlando con uno de ahí y tomando mate, donde nadie del taller fue (por lo que podría haber visto Hamlet X), y donde empezaría una charla sobre un poeta peruano espantoso, y grabaciones del poeta peruano leyendo sus poemas con tono de honda y crucial existencia desgarrada por el sufrimiento de sus noches solitarias. Me fui. Al Malba, a sacar las seis entradas, $30 que me devolverían al otro día, y después de sacarlas me acordé de que siendo la película a las 13:45, yo hoy tenía que estar en la facultad para una clase de Sociología a las 13:00. Pero bueno, la sociología es aburrida y ya había gastado los treinta mangos, faltar un día no es grave, puedo además llegar para la última media hora de la clase y después ir a la biblioteca de Puan a adelantar, además una chica a la que me quiero levantar va siempre después de las clases a la biblioteca, bastante ideal. Saco las entradas, y salgo para Callao y Santa Fe, al America, a ver la de Kitano, Zatoichi. La cinta no llegó y en su lugar dan... ¡Cofee and Cigarrettes!. No voy a entrar, si la voy a ver mañana. Fui al Abasto a ver si agarraba Fifteen, la de Royston Tan, y si no llego voy a ver la de Kiyoshi Kurosawa, Séance. Llegué y era tarde para Fifteen, y las entradas para Séance estaban agotadas, y bueno, dan otra a las 23:15, estoy justo para "American Manifesto y The Revolution Will Not Be Televised". Fui a sacar las entradas y había empezado hacía un minuto, y no se puede entrar un minuto tarde. Caminé nueve cuadras hasta el Cosmos porque iban a dar una tal Live Forever, quién sabe qué es, pero bueno. Llegué, "quedan poquitas entradas", "tenés el libro para ver el argumento?" "lo tiene el señor". El señor tenía un buzo de polo, era rubio y alto y anteojos de sol (¡A las 00:30!). Esperé a que termine de mirar el argumento de cada película mientras veía como se iban las únicas entradas que quedaban, la chica me dijo "queda una sola", "bueh, dámela". Entré al cine y como la coherencia del mundo se construye y se destruye sobre mi desgracia, la película era un documental sobre Oasis. ¡¡¡Oasis, la banda!!! ¡¡¡La banda de música!!!, y me banqué 82 minutos de pelotuditos gritando cada vez que aparecía Noel Galagher y riéndose cada vez que Liam decía "no me acuerdo de ese recital, estaba muy borracho". Salí y llovía, una buena. Pero el 95 tardó una hora en llegar, una mala. Llegué a las 4 de la mañana y me senté a tomar vino, leer a Vicente Aleixandre y en la radio justo pasaban I don't like mondays por Tori Amos, una buena.
Hoy me desperté, me di una ducha y salí corriendo al Malba a ver Cofee and Cigarrettes. Me encontré con mis amigos, me dieron la plata, saqué las entradas, y en vez de 6 había 5. Convencí a la mina de la puerta del cine para que me deje entrar tarde, que me abra, "Bueno, hablá conmigo cuando vengas y te abro", me tomé un taxi y fui rápido a buscar la entrada que faltaba. Nunca apareció y el taxi me salió $5. Y me perdí de la segunda posibilidad pelotuda de ver Cofee & Cigarrettes. Salí para Puan, la clase había terminado media hora antes, fui a la biblioteca, estuve media hora buscando las fichas de los libros que necesitaba leer para el práctico de mañana, y cuando fui a retirarlos me di cuenta de que me había olvidado la billetera, el documento, la libreta, asi que no pude sacar los libros. Obviamente la chica a la que me quiero levantar no estaba.
Después me subí al 141 en vez de tirarme abajo.
En la bolsa que mandó mi vieja en la que vino el detergente, había además unas sábanas que no me sirven porque son de una plaza y mi cama de dos, una tela para ponerle a mi sofá que no me sirve porque mi sofá es más grande, y cubiertos que ella por alguna razón pensó que yo no había comprado.
Ahora me voy a encerrar abajo de una puerta.
Friday, April 09, 2004
I have my friends, i have a bottle of wine. Maybe tomorrow...
She dwells with beauty-Beauty that must die,
and Joy, whose hand is ever at his lips
bidding adieu.
veil'd Melancholy has her sovran shrine,
though seen of none save him whose strenous tongue
can burst Joy's grame against his palate fine
She dwells with beauty-Beauty that must die,
and Joy, whose hand is ever at his lips
bidding adieu.
veil'd Melancholy has her sovran shrine,
though seen of none save him whose strenous tongue
can burst Joy's grame against his palate fine
Monday, April 05, 2004
Marcelino Arroyo del Charco
Albert Pla
Entró en el retrete
se subió la falda
le dolia el vientre
se bajó las bragas
Se sentó en el water
del bar mas cercano
se llamaba Matilde
y se estaba cagando
Pero el cuerpo se resiente
de comer tan malamente
eso le ocurrió a Matilde
que se le desorientó el vientre
Y rompió aguas defecando
y así dió luz por el culo
un cagarro que lloraba
así nació su primer hijo
Sin previo aviso ni embarazo
en vez de cagar
parió a un niño
Lindo retoño
se llamaría Marcelino
Ai Marcelino bienvenido al paraiso
no llores mas y alégrate de seguir vivo
es mejor vivir en este mundo que en mi culo
porque aunque tu
seas un mierda esta tierra es tu letrina
no llores más y límpiala con tu sonrisa
es tua alegria quien tira de la cadena
ai Marcelino bienvenido al paraiso
primero aprendes como reirte de ti mismo
y te será fácil descojonarte del todo
porque si tu
si te tomas la vida en serio estás perdido
piénsalo bien pa cuatro dias que vivimos
pasa de todo y tómatelo a cachondeo
y es que con tant porquería
que nos mandan desde arriba
levantamos paraisos
de inmundícia y alegria
edifícate un palacio de mentira
y con sonrisas
te llamarás
Marcelino Arroyo del Charco
ai Marcelino bienvenido al paraiso
quizás es cierto que vivimos malos tiempos
esto es un infierno
y tú un pobre diablillo
ponte a bailar esta esperpéntica i y dramática comedia
nunca consientas que nadie te agüe la fiesta
ni tus miserias
ni las desgracias ajenas
ai Marcelino bienvenido al paraiso
no es humor negro ni una broma de mal gusto
es solo un chiste
lo que es un chiste muy profundo
fíjate bien
que es tan absurdo que resulta divertido
que es tan gracioso
ver que siendo como somos
lo mal que estamos
pero hay que bien que lo pasamos
Albert Pla
Entró en el retrete
se subió la falda
le dolia el vientre
se bajó las bragas
Se sentó en el water
del bar mas cercano
se llamaba Matilde
y se estaba cagando
Pero el cuerpo se resiente
de comer tan malamente
eso le ocurrió a Matilde
que se le desorientó el vientre
Y rompió aguas defecando
y así dió luz por el culo
un cagarro que lloraba
así nació su primer hijo
Sin previo aviso ni embarazo
en vez de cagar
parió a un niño
Lindo retoño
se llamaría Marcelino
Ai Marcelino bienvenido al paraiso
no llores mas y alégrate de seguir vivo
es mejor vivir en este mundo que en mi culo
porque aunque tu
seas un mierda esta tierra es tu letrina
no llores más y límpiala con tu sonrisa
es tua alegria quien tira de la cadena
ai Marcelino bienvenido al paraiso
primero aprendes como reirte de ti mismo
y te será fácil descojonarte del todo
porque si tu
si te tomas la vida en serio estás perdido
piénsalo bien pa cuatro dias que vivimos
pasa de todo y tómatelo a cachondeo
y es que con tant porquería
que nos mandan desde arriba
levantamos paraisos
de inmundícia y alegria
edifícate un palacio de mentira
y con sonrisas
te llamarás
Marcelino Arroyo del Charco
ai Marcelino bienvenido al paraiso
quizás es cierto que vivimos malos tiempos
esto es un infierno
y tú un pobre diablillo
ponte a bailar esta esperpéntica i y dramática comedia
nunca consientas que nadie te agüe la fiesta
ni tus miserias
ni las desgracias ajenas
ai Marcelino bienvenido al paraiso
no es humor negro ni una broma de mal gusto
es solo un chiste
lo que es un chiste muy profundo
fíjate bien
que es tan absurdo que resulta divertido
que es tan gracioso
ver que siendo como somos
lo mal que estamos
pero hay que bien que lo pasamos
El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada
Salinas, cuando suena
la música extremada
por vuestra sabia mano gobernada.
Fray Luis de León
y viste de hermosura y luz no usada
Salinas, cuando suena
la música extremada
por vuestra sabia mano gobernada.
Fray Luis de León
Saturday, April 03, 2004
Adónde estaba Dios cuando te fuiste...
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